jueves, 15 de diciembre de 2011

EL NARRADOR

BLANCANIEVES

Estaba en el jardín de mi padre cantando con los pájaros cuando el leñador me cogió y me llevó al bosque. Me contó que mi madrastra le dijo que me matase, pero él no quería acerlo y me dejó sola en el bosque y cogió el corazón de un ciervo para que mi madrastra creyese que me había matado.
Después de un tiempo me encontré la casa de unos enanitos y entré. me puse a limpiar la casa, y cuando acabé, junté todas las camas de los enanitos y me puse a dormir en ellas.
A la mañana siguiente, limpié, fregué, cociné y puse la mesa, pero no todo a la vez, no puedo multiplicarme. Cuando me puse a cantar con los pajaritos, llegó una viejecita, y me dió una manzana. aunque la viejecita tenía un aspecto bastante raro, acepte encantada la manzana.
Cuando me comí un trozo me dormí profundamente, no sé durante cuanto tiempo ni sé que pasó en ese tiempo, pero supongo que cuando llegaron los enenitos y me vieron así, me pusieron en la cama en la que me desperté.
Antes de despartarme, noté algo húmedo en ms labios, como una lengua; también noté algo obaalado, como una pelota de fútbol americano, pero del tamaño de unos labos. Eran los de mi "príncipe azul", los de m amor para toda la vida, los tuyos, amor mio.
FIN